Inglés
In the midst of a turbulent political scenario and unstable economic growth, the nineteenth-century Venezuelan state attempted, nonetheless, to consolidate a republican progressive society. This ambitious objective, which aimed to reach every sphere of activity on a nationwide scale, would obviously not leave educational issues behind. The legislation of the time addressing national instruction not only promoted the establishment of a universal, compulsory and free education, which was actually installed in 1870, but also supported a secular education with the intended goal of developing productive citizens for the Republic. This had to do with an educational policy inspired in the ideals of Enlightenment and Positivism, albeit this orientation never posed a real threat to the Catholic authority and its traditional role of educator. Now, within this context, how was education conceived by the nineteenth-century Venezuelan governments, specifically those between 1830 and 1894? Did they decide on an advanced and progressive education, or did they remain faithful to the idea that women are weak and limited creatures whose lives should be confined to the household or, at most, be considered as a social ornament? In an attempt to find an answer to these questions, this work delves into the Ministry Reports on the state of public education (Memorias y Exposiciones) submitted to the National Congress in the course of those six decades
Español
En medio de un turbulento ambiente político y de un inestable crecimiento económico, el Estado venezolano decimonónico intentó, no obstante, consolidar una sociedad republicana positivista Esta ambición alcanzó a todos los ámbitos del quehacer nacional y, obviamente, el tema educativo no podía quedar por fuera. La legislación de aquellos años, referente a la instrucción nacional, no sólo impulsó el establecimiento de una educación universal, obligatoria y gratuita, como efectivamente quedó establecida a partir de 1870, sino que también apoyó una enseñanza de carácter laico, interesada en la formación de ciudadanos útiles a la República. Se trató, pues, de una política educativa inspirada en los ideales de la Ilustración y del Positivismo, aunque esta orientación no llegó a significar una verdadera amenaza para la autoridad católica y su tradicional papel de educadora. Ahora bien, dentro de este contexto, ¿cómo concibieron la educación para la mujer los gobiernos venezolanos decimonónicos, específicamente los que se sucedieron entre 1830 y 1894? ¿Se decidieron por una formación avanzada y progresista, o se mantuvieron fieles a la idea de que la mujer es una criatura débil y limitada, cuya vida debe permanecer confinada al hogar o, a lo sumo, un adorno de la sociedad? Para intentar dar respuesta a esta interrogante, el presente estudio indaga en las Memorias y Exposiciones sobre el estado de la instrucción pública que se presentaron ante el Congreso Nacional durante estas seis décadas. Esta documentación de carácter oficial apareció recopilada en 1981, en la obra de Rafael Fernández Heres, Memoria de cien años. La educación venezolana. 1830-1980